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A.M.P.

Dentro de unos años

Volvía a casa. Día completo, día hecho. No sabía muy bien en qué pensar. Había recolectado varios periódicos que ahora esperaban una lectura entre sus manos. El tren iba repleto. Dia terminado. Había tenido suerte al encontrar un sitio donde sentarse. Siete vagones, dos pisos en cada uno y cientos de personas viajando juntas, del centro a la periferia. ¿A casa?. Ella al menos, volvía a casa. Como no quería leer sus periódicos alzaba la vista para conquistar la página en la que se concentraba la persona que tenía enfrente. Era una entrevista a una actriz que cantaba en un grupo de música. Pensó en la feroz atracción que muchos de sus amigos sentían por aquella mujer. Afinó su mirada para fijarse bien en la fotografía que acompañaba la entrevista. Lo que pensaría su vecina de viaje al sentir el murmullo de su mirada invasora desembarcó en su cabeza, la actriz y todos aquellos amigos enamorados quedaron abandonados. No dio tiempo a pensar más, la voz femenina anunció la próxima parada, la suya. Se levantó y se incorporó a la serpiente humana que, en el pasillo, esperaba paciente su turno hacia la salida. El tren seguía en marcha. Avanzó un par de puestos. Se apoyaba en los reposacabezas para vencer el suave traqueteo. La fila se detuvo. A su derecha, una mujer sentada leía un pequeño papel con una fecha impresa. La parada no llegaba, el traqueteo se mantenía. Era una hoja arrancada de una agenda. Un débil bolígrafo Bic había escrito unas cuantas frases en el papel. Dentro de unos años, si todavía sigo vivo te. La fila avanzaba, la hoja seguía abierta. Dentro de unos años, si todavía sigo vivo te llevaré...  La fila no dudaba, no permitía volver atrás. Ahora, la mujer que sujetaba el trozo de agenda se iba alejando. Se giró, la miró. Cerraba el pedazo de papel. En su revés se veía una inscripción, algo así como el destinatario. La mujer guardó la hoja en su bolso. El tren frenó, la fila se balanceó hacia delante. Volvió la vista. La mujer terminaba de cerrar su bolso, levantó la cabeza, ajustó sus negras gafas de sol y frunció su boca hacia la izquierda. Mientras, un hombre preguntaba en voz alta si esta era la parada más cercana al centro comercial. ¿Qué se mueve en la ciudad? 

enviado por M.F.E

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